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Merendero Divino Niño Jesús

A veces la solidaridad nos llega con noticias como estas, y es cuando uno comprende que para amarnos los unos a los otros alcanza con una idea, y se basa en amorosa colaboración de manos y hermanos.
Hoy les dejo un ejemplo de como, en todos los puntos del mundo donde se necesite HACER en vez de quejarse y protestar, es posible iniciar movimientos tan bellos como este.
Namasté.

Funcionamos en el Barrio Congreso Nacional de la localidad de Cerrillos en la provincia de Salta.Los martes y viernes merendamos con aproximadamente 100 chicos y chicas.

lunes 14 de septiembre de 2009

Así nacimos:

En Septiembre del 2008 y en agradecimiento al Divino Niño Jesús por el terreno y la casita El Gringo y Alejandra hicieron una fiesta para homenajear en los niños del barrio al Niño de su devoción. Asi, sin mucho pensarlo, el jarro de mate y el pedacito de pan se perpetuaron a lo largo de cada martes y cada viernes hasta ahora.
Tantas personas solidarias como personas que los ignoraron hicieron posible esta continuidad.

A fines de Mayo de 2009 de la mano de la Profe Marisa el 3ºB del Colegio San Alfonso se incorpora como voluntarios en las actividades del Merendero. Los chicos del San Alfonso organizan juegos y colaboran en la atención de los niños, dibujando, contándoles cuentos, jugando a la ronda y muchas actividades más.

 
Fuente: El propio blog del merendero, administrado por Fabiana Funes.
A todos los integrantes del mismo, vayan mis mas cariñosos saludos, y sepan que estamos dispuestos a colaborar mientras necesiten.

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Escuela Waldorf – Un lugar en el mundo.

La pedagogía Waldorf propone un método basado en la enseñanza autónoma del Hombre. Trabaja con una idea antroposófica del ser humano, entendido como una individualidad de espíritu, alma y cuerpo.
El método está basado en los postulados del científico austríaco Rudolf Steiner, a quien le fue encargado el diseño de una escuela para los hijos de los empleados de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria, en Alemania.
Esto ocurrió en 1919, en medio del caos social y económico que siguió a la Primera Guerra Mundial. Era un momento en el cual se buscaban nuevas orientaciones para construir el futuro de Europa, después del derrumbamiento de viejas estructuras sociales.

¿Cómo fueron sus orígenes?

Steiner había dado una charla para los trabajadores de la fábrica, ubicada en Stuttgard. Bregaba por la necesidad de organizar de otra manera la sociedad, renovar la vida política y cultural. Emil Molt, el dueño de la empresa, se sintió interesado por estas propuestas y entonces le pidió a Steiner que estableciera y dirigiera una escuela para los hijos de los empleados. De esa forma nació, en septiembre de 1919, la primera Escuela Libre Waldorf, con metodologías innovadoras, 12 profesores y 256 alumnos, distribuidos en ocho clases.
“No hemos de preguntarnos qué necesita saber y conocer el hombre para mantener el orden social establecido, sino qué potencial hay en el ser humano y qué puede desarrollarse en él. Así será posible aportar al orden social nuevas fuerzas procedentes de las jóvenes generaciones”. De esta forma, Rudolf Steiner (1861-1925), entendía a la educación del individuo y su relación con la sociedad. Partía desde la Antroposofía, perspectiva que implica el conocimiento de la “Triformación del Hombre”. Cuerpo, alma y espíritu se hacen comprensibles en sus relaciones recíprocas, el sistema nervioso sensorial, la organización rítmica y el ámbito metabólico aparecen en relación con las actividades anímicas: pensar, sentir, querer, que a su vez pueden ser desarrolladas como capacidades espirituales: imaginación, inspiración e intuición.

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El camino

El camino del SER debe comenzar, está comenzando, unamos nuestros lazos de amor, creemos y creamos un nuevo mundo, unido, al que pertenecemos, pero no poseemos, somos parte del todo, tu y yo, todos.
Dar es contribuir con el eterno círculo de la vida, amar es la misión dada a nosotros por numerosos maestros, algunos de los cuales fueron mal interpretados.(Si, hablo puntualmente de Jesuscristo.)
Agradecer, contribuir, alejarse de los pensamientos destructivos que conllevan a acciones de la misma vibración.
Es un camino largo, o no, cuesta, o sumamente sensillo, ver el vaso medio vacío, o lleno.
Despsertemos, es el mensaje de Julio Andrés Pagano, acompañándonos a un camino de conciencia universal, de amor, armonía, de plenitud del ser.
Conozcamos un poco más…

Entre todos creamos un mundo más cálido y humano. Visita: http://www.proyecto-despertar.com.ar/ notas.htm

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La Argentina Insolente

En mi casa me enseñaron bien…
Cuando yo era un niño, en mi casa me enseñaron a honrar dos reglas sagradas:

Regla N° 1: En esta casa las reglas no se discuten.
Regla N° 2: En esta casa se debe respetar a papá y mamá.

Y esta regla se cumplía en ese estricto orden. Una exigencia de mamá, que nadie discutía… Ni siquiera papá. Astuta la vieja, porque así nos mantenía a raya con la simple amenaza: “Ya van a ver cuando llegue papá”. Porque las mamás estaban en su casa. Porque todos los papás salían a trabajar… Porque había trabajo para todos los papás, y todos los papás volvían a su casa.

No había que pagar rescate o ir a retirarlos a la morgue. El respeto por la autoridad de papá (desde luego, otorgada y sostenida graciosamente por mi mamá) era razón suficiente para cumplir las reglas.

Usted probablemente dirá que ya desde chiquito yo era un sometido, un cobarde conformista o, si prefiere, un pequeño fascista, pero acépteme esto: era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar. Las reglas me contenían, me ordenaban y me protegían. Me contenían al darme un horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas. Y me ordenaban porque es bueno saber a qué atenerse. De lo contrario, uno tiene la sensación de abismo, abandono y ausencia.

Las reglas a cumplir eran fáciles, claras, memorables y tan reales y consistentes como eran “lavarse las manos antes de sentarse a la mesa” o “escuchar cuando los mayores hablan”.

Había otro detalle, las mismas personas que me imponían las reglas eran las mismas que las cumplían a rajatabla y se encargaban de que todos los de la casa las cumplieran. No había diferencias. Éramos todos iguales ante la Sagrada Ley Casera.

Sin embargo, y no lo dude, muchas veces desafié “las reglas” mediante el sano y excitante proceso de la “travesura” que me permitía acercarme al borde del universo familiar y conocer exactamente los límites. Siempre era descubierto, denunciado y castigado apropiadamente.

La travesura y el castigo pertenecían a un mismo sabio proceso que me permitía mantener intacta mi salud mental. No había culpables sin castigo y no había castigo sin culpables. No me diga, uno así vive en un mundo predecible.

El castigo era una salida terapéutica y elegante para todos, pues alejaba el rencor y trasquilaba a los privilegios. Por lo tanto las travesuras no eran acumulativas. Tampoco existía el dos por uno. A tal travesura tal castigo.  Nunca me amenazaron con algo que no estuvieran dispuestos y preparados a cumplir.

Así fue en mi casa. Y así se suponía que era más allá de la esquina de mi casa. Pero no. Me enseñaron bien, pero estaba todo mal. Lenta y dolorosamente comprobé que más allá de la esquina de mi casa había “travesuras” sin “castigo”, y una enorme cantidad de “reglas” que no se cumplían, porque el que las cumple es simplemente un estúpido (o un boludo, si me lo permite).

El mundo al cual me arrojaron sin anestesia estaba patas para arriba. Conocí algo que, desde mi ingenuidad adulta (sí, aún sigo siendo un ingenuo), nunca pude digerir, pero siempre me lo tengo que comer: «la impunidad». ¿Quiere saber una cosa? En mi casa no había impunidad. En mi casa había justicia, justicia simple, clara, e inmediata. Pero también había piedad.

Le explicaré: Justicia, porque “el que las hace las paga”. Piedad, porque uno cumplía la condena estipulada y era dispensado, y su dignidad quedaba intacta y en pie. Al rincón, por tanto tiempo, y listo… Y ni un minuto más, y ni un minuto menos. Por otra parte, uno tenía la convicción de que sería atrapado tarde o temprano, así que había que pensar muy bien antes de sacar los pies del plato.

Las reglas eran claras. Los castigos eran claros. Así fue en mi casa. Y así creí que sería en la vida. Pero me equivoqué. Hoy debo reconocer que en mi casa de la infancia había algo que hacía la diferencia, y hacía que todo funcionara. En mi casa había una “Tercera Regla” no escrita y, como todas las reglas no escritas, tenía la fuerza de un precepto sagrado. Esta fue la regla de oro que presidía el comportamiento de mi casa:

Regla N° 3: No sea insolente. Si rompió la regla, acéptelo, hágase responsable, y haga lo que necesita ser hecho para poner las cosas en su lugar.

Ésta es la regla que fue demolida en la sociedad en la que vivo. Eso es lo que nos arruinó. LA INSOLENCIA. Usted puede romper una regla -es su riesgo- pero si alguien le llama la atención o es atrapado, no sea arrogante e insolente, tenga el coraje de aceptarlo y hacerse responsable. Pisar el césped, cruzar por la mitad de la cuadra, pasar semáforos en rojo, tirar papeles al piso, tratar de pisar a los peatones, todas son travesuras que se pueden enmendar… a no ser que uno viva en una sociedad plagada de insolentes. La insolencia de romper la regla, sentirse un vivo, e insultar, ultrajar y denigrar al que responsablemente intenta advertirle o hacerla respetar. Así no hay remedio.

El mal de los argentinos es la insolencia. La insolencia está compuesta de petulancia, descaro y desvergüenza. La insolencia hace un culto de cuatro principios:

– Pretender saberlo todo
– Tener razón hasta morir
– No escuchar
– Tú me importas, sólo si me sirves.

La insolencia en mi país admite que la gente se muera de hambre y que los niños no tengan salud ni educación. La insolencia en mi país logra que los que no pueden trabajar cobren un subsidio proveniente de los impuestos que pagan los que sí pueden trabajar (muy justo), pero los que no pueden trabajar, al mismo tiempo cierran los caminos y no dejan trabajar a los que sí pueden trabajar para aportar con sus impuestos a aquéllos que, insolentemente, les impiden trabajar. Léalo otra vez, porque parece mentira. Así nos vamos a quedar sin trabajo todos. Porque a la insolencia no le importa, es pequeña, ignorante y arrogante.

Bueno, y así están las cosas. Ah, me olvidaba, ¿Las reglas sagradas de mi casa serían las mismas que en la suya? Qué interesante. ¿Usted sabe que demasiada gente me ha dicho que ésas eran también las reglas en sus casas? Tanta gente me lo confirmó que llegué a la conclusión que somos una inmensa mayoría. Y entonces me pregunto, si somos tantos, ¿por qué nos acostumbramos tan fácilmente a los atropellos de los insolentes? Yo se lo voy a contestar.

PORQUE ES MÁS CÓMODO, y uno se acostumbra a cualquier cosa, para no tener que hacerse responsable. Porque hacerse responsable es tomar un compromiso y comprometerse es aceptar el riesgo de ser rechazado, o criticado. Además, aunque somos una inmensa mayoría, no sirve para nada, ellos son pocos pero muy bien organizados. Sin embargo, yo quiero saber cuántos somos los que estamos dispuestos a respetar estas reglas.
Le propongo que hagamos algo para identificarnos entre nosotros. No tire papeles en la calle. Si ve un papel tirado, levántelo y tírelo en un tacho de basura. Si no hay un tacho de basura, llévelo con usted hasta que lo encuentre. Si ve a alguien tirando un papel en la calle, simplemente levántelo usted y cumpla con la regla 1. No va a pasar mucho tiempo en que seamos varios para levantar un mismo papel.
Si es peatón, cruce por donde corresponde y respete los semáforos, aunque no pase ningún vehículo, quédese parado y respete la regla.
Si es un automovilista, respete los semáforos y respete los derechos del peatón. Si saca a pasear a su perro, levante los desperdicios.

Todo esto parece muy tonto, pero no lo crea, es el único modo de comenzar a desprendernos de nuestra proverbial INSOLENCIA. Yo creo que la insolencia colectiva tiene un solo antídoto, la responsabilidad individual. Creo que la grandeza de una nación comienza por aprender a mantenerla limpia y ordenada. Si todos somos capaces de hacer esto, seremos capaces de hacer cualquier cosa.

Porque hay que aprender a hacerlo todos los días. Ése es el desafío. Los insolentes tienen éxito porque son insolentes todos los días, todo el tiempo. Nuestro país está condenado: O aprende a cargar con la disciplina o cargará siempre con el arrepentimiento.

¿A USTED QUÉ LE PARECE? ¿PODREMOS RECONOCERNOS EN LA CALLE ?
Espero no haber sido insolente. En ese caso, disculpe.
Dr. Mario Rosen

(¿Sería muy insolente si le pido que lo transmita?)
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argentina, Capitanich, Chaco, educacion, pobreza, poder, politica, Sandra Mendoza

Sandra Marcela, pasen y vean.

Lo que voy a contar aquí, es una recopilación de datos, tomados exclusivamente de medios electrónicos periodísticos.
La señora Sandra Marcela Mendoza de Capitanich, es el personaje central de toda esta historia de terror, llena de drama (tal vez, mejor dicho dramatización) y enredos provocados por los dimes y diretes, de una mujercita, que a todas luces, no tiene un sólido equilibrio entre sus ideas y acciones.
Ahora a decidir, si volveremos a elegir a «esto» como candidato a Diputado.
Me parece que es hora de Pensar y Actuar… Chaco!!!!!!

  • Sandra Mendoza renunció como ministra y Capitanich la nombró en otro cargo del área de Salud – Fuente:  Perfil.com

 

El decreto 845 de Capitanich, nombrando funcionaria a su esposa, la «master Sandra Marcela Mendoza». | Foto: Cedoc

  • Castelán aclara que no hay posibilidad de juicio político para Sandra Mendoza. Fuente: Chacoonline.com.ar
  • Así opinó el gobernador Jorge Capitanich respecto del informe del dictamen del fiscal de Investigaciones Administrativas Héctor Miró. Fuente:DERF (Agencia Federal de Noticias)

  • El jefe de la bancada aliancista, Eduardo Siri, explicó los mecanismos que prosiguen al informe del fiscal que advierte que Sandra Mendoza no puede ejercer cargos públicos. Fuente:DataChaco.com

  • “A Sandra Mendoza mas la tocan y mas votos tiene.» Afirmó la candidata. Fuente: DataChaco.com 
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Bailando Kids – Esto vende.

Recibí un mail, y porsupuesto, me hago eco del pedido.
Tinelli me parece una porquería comercial, como todos los que «colaboran» con el programa de TV que realiza.
Lamentablemente acumulan grandes cantidades de puntos en su raiting, mientras seguimos, siguen mirando esta basura, mientras la realidad nos está matando, siguen los robos, siguen los candidados que de ganar no asumirán sus cargos, siguen endeudándonos y dejando para «otro gobierno» las verdaderas obras necesarias para el HOY.
No hay nuevas fuentes de empleo, no hay fomento para la apertura de PyMEs, no hay apoyo para la salud ni la educación, y me pregunto ¡¡¡¿Que hacemos?!!!, nada, nos sentamos frente a la pantalla boba y aplaudimos estupideces como esta.
Si no comenzamos a hacer algo, el timpo pasará sobre nuestros cadáveres.

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Hola a todos
Trabajo diariamente con niños de educación inicial, primaria y secundaria, capacito docentes en el GCBA y aun sigo estudiando.
Opto por cambiar de canal y buscar algún programa diferente a la formula «Tinelli», pero este señor, con su bloque de niños, destruye el trabajo que todos los días hacemos miles de maestros de vocación.
¿Cómo puede ser posible que niños de esa edad sean juzgados? ¿Cómo puede ser posible que sean «evaluados» por personas que no tienen ninguna capacitación pedagógica?
¡Estás loco Tinelli, no te alcanza con lo que tenés que te metes además con los más «débiles»!
El Estado manda a los niños obligatoriamente a la escuela ¿para qué? ¿para que luego no pueda controlar los contenidos a los que son expuestos por la TV abierta y por los peligrosísimos mensajes que un señor públicamente envía a esos niños en etapa formativa?
Somos adultos, todos tenemos ya una opinión formada, los niños están en etapa formativa (es nuestra responsabilidad de adultos criarlos y protegerlos) y son inimputables (ellos no tienen la culpa de estar allí y exponerse a esa deformación).
Un abrazo,
Laura Rodríguez
LA MÁXIMA DEGRADACIÓN
DE LOS NIÑOS
Digamos «NO» a la pantalla
de canal 13
cada vez que emita
«BAILANDO KIDS»
como manera
de expresar nuestro repudio.
Volvió Tinelli y volvió el mal gusto y su negocio comercial, al que no le interesa que, como en este caso, haya niños de por medio. Mirar Showmatch es mirar una síntesis del estado ético y moral de nuestra sociedad que avala, promueve, tolera, da raiting, disfruta y justifica una exposición lamentable y degradante como la que ayer tuvo lugar por canal 13. Me pregunto dónde están los padres de estos niños que escucharon que a sus hijos el «prestigioso jurado» les decía cosas como éstas: «bien como perreaste», «estuviste sensual», «Esa cara de seductor», «Cada vez quiero más de ustedes.»,etc. Me pregunto dónde están los padres que aceptaron y firmaron un contrato donde a sus hijas se las viste y maquilla como si fueran vedettes o «LOLITAS» y que permiten que sus hijos sean sometidos a semejante presión y el contacto con adultos (Tinelli, productores, couchs, jurados, etc.) que lo único que les interesa es hacer muchos puntos de raiting y ganar dinero gracias a ellos. Me pregunto si algún funcionario judicial no puede actuar de oficio y detener esto. Me pregunto qué diferencia hay entre esto y aquellos otros Tinellis que explotan a los niños laboralmente, los llevan a las guerras, los prostituyen, etc., etc. ¿O acaso, bajo la fachada de «show televisivo», con brillos y luces es menos grave y todo vale? Me pregunto qué mirada depravada tienen los señores y señoras del jurado que ven «sensualidad» en niños de 8 y 9 años. Me pregunto ¿dónde estamos ubicados como consumidores? ¿Seguiremos tolerando y participando?  ¿Seguiremos pasivamente contemplando cómo se promueven los antivalores? ¿Seguiremos mirando para otro lado, sin comprometernos en defensa de nuestras familias?
La página Web de Canal 13 no tiene un espacio de «contacto» como para mandar mensajes de repudio a este programa (por lo  menos no la encontré). La página del CONFER
ofrece la posibilidad de denunciar en línea o telefónicamente.
Si no querés seguir mirando
cómo se desprecia el valor de los niños
para priorizar un negocio rentable
frente a millones de personas,
te pido por favor que hagas algo.
Expresate, hacé denuncias, no mires el programa
(para que caiga la pauta publicitaria
y no tengan otra opción que cambiar el formato).
Reenviá este mail a tus contactos
con CCO (con copia oculta).
¡PODEMOS HACER ALGO!
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Ideología, valores, ética y moral, Argentina 2009

«Nací en 1980, soy una ignorante en busca de apredizaje, consumo cultura, percibo cambios, enfrento crisis.»

En medio de mi campaña contra una enfermedad mortal, (y digo mortal, porque la lamentable situación de mi pueblo encuadra en este desenlace ante cualquier caso de Dengue hemorrágico, que se presente, y se complique).
Pareciera que pocos entienden mi gran preocupación.
El tiempo pasa, y pasa, y pasan dias sin sentirme tranquila.
En este último mes, las cosas se dieron de una manera tal, que pude despavilar ante otra realidad, todo conjuga, sequía, crisis económica, ser chaqueña, mi conciencia moral, mi sensibilidad … mi dolor.
Informándome, veo la situación a nivel mundial, no es nada esperanzadora, al menos no como para cruzar los brazos y gozar la vida.
Se aproximan cambios, suponen que serán dolorosos, calculan que padeceremos este reajuste de políticas, este reacomodar de principios, este nuevo ordenamiento, por varios años.
Han sucedido muchas catástrofes, muertes en las colonizaciones de América, revoluciones y revolucionarios que acompañaron al clamor de pueblos oprimidos, guerras mundiales, enfermedades del tercer mundo, holocaustos, deforestación, falta de agua, desempleo, asesinatos en manos de dictadores, desapariciones, atentados, enfermedades prevenibles que siguen matando… silencio, silencio, que nos hace ignorantes.
Ha caído sobre la humanidad, y en su mayoría sobre los mas desprotegidos. Sobre ellos.Sobre nosotros.
Hoy ante la globalización, se nos presenta otra realidad desigual, hoy el pueblo sigue siendo pobre… se sigue empobreciendo, no quedan en pie las antiguas fábricas argentinas, el campo cae en picada. La educación y la salud entraron en jaque…
Las acumulaciones de poder, el desenfreno y el egoísmo de los sectores mas ricos, las ambiciones asesinas, el 20% de la población mundial concentra el 80% de las riquezas, y siguen pretendiendo más.
Hoy me preocupa el dengue, y llamo a la UNIDAD NACIONAL, se sabe que en lo que va de la existencia de la humanidad, solo así se salió de situaciones como la que pasamos todos los latinoamericanos HOY, año 2009.
No sé si mis ideas encuandran en una estructura política… Sé que quiero el bien común, sé que quiero una vida digna para todos. TODOS, TODOS.
Sigo pidiendo solidaridad, sigo creyendo, sigo esperando, sigo luchando, sigo viva.
Gracias por sus visitas, y espero que leerme no les quede solo en las pupilas, deseo que les llegue al interior de la conciencia y se aloje en sus almas caritativas, no se escondan ofreciendo solo media mirada a los demás, el amor es dar.
Laura Risso.

Parte del planeta tierra.
Latinoamerica.
Ciudadana Argentina, y Chaqueña .-
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